Combate las bacterias durante el verano y el año entero siguiendo estas sencillas medidas de seguridad alimenticia:
En el supermercado: Busca primer los artículos imperecederos y deja los artículos refrigerados o congelados para el final. Mantén las carnes, pollos y pescados frescos separados de los demás alimentos en tu carrito de compras. Elige frutas y verduras que no estén empacadas. Así tendrás podrás inspeccionar mejor su calidad al comprarlas. Evita elegir frutas y verduras que estén maltratadas o magulladas.
Al preparar las comidas: Evita la contaminación cruzada, que es un modo de esparcir la bacteria. Mantén las frutas, verduras y otros alimentos separados de carne y pollo crudo. Si utilizas tablas para cortar la carne, límpialas bien antes de usarlas para otros alimentos o, mejor aún, usa dos tablas para cortar: una para carnes crudas y otra para verduras. Recuerda que lavarse las manos frecuentemente es la manera más fácil de mantener los gérmenes lejos de tu comida.Al cocinar: Asegúrate de utilizar un termómetro para cerciorarte de que las carnes y pollos estén bien cocidos. Por ejemplo, las hamburguesas deben cocinarse a 160°F y las pechugas de pollo a 165°F.Sobras: Refrigera las sobras tan pronto sea posible. Sigue la “regla de las 2 horas”, que es el tiempo máximo que las comidas perecederas pueden permanecer sin refrigeración. Si la temperatura ambiente excede los 90°F, el plazo se reduce a una hora.Sigue estos consejos a la hora de cocinar para mantener alejadas a las bacterias y así poder ofrecer comidas ricas y seguras para tu familia.
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