Cómo hacer mermelada de picotas. Receta

Cuando pruebas las cerezas picotas, exclusivas del Valle del Jerte, descubres que aunque te hayan gustado las cerezas desde siempre, es como si nunca las hubieras probado con anterioridad, porque esta variedad tiene un sabor y dulzura increíbles. Por eso son las que utilizo para hacer mermelada de picotas, y así tener una buena provisión para todo el año.

Como ya os expliqué, no hay que confundir cerezas con picotas, ya que aunque son frutos muy similares que proceden de diferentes variedades de prunos o cerezos. Las picotas, y en especial las de la variedad Ambrunés son las más dulces y por eso son idóneas para hacer mermelada utilizando una menor cantidad de azúcar añadida.

Para hacer mermelada de cerezas picotas, lo primero que haremos será despepitarlas, ya sea a cuchillo, ya sea con un utensilio idóneo para tal fin o con el truco de la pajita de plástico que nos enseñó Esther. Esta es la única parte laboriosa de la receta pero en unos minutos tendremos las picotas listas para hacer nuestra deliciosa mermelada.

Pesamos la fruta sin hueso, (en mi caso fueron 660 gr) la ponemos en una cacerola y añadimos la mitad del peso en azúcar, (en mi caso 330 gr). Encendemos el fuego y dejamos que empiece a cocer a fuego lento. Para arrancar, añadimos 50 ml de agua que luego se evaporará.

Dejamos cocer con el fuego al mínimo durante una hora aproximadamente, removiendo de cuando en cuando. Pasado ese tiempo, trituramos la fruta con la batidora y la retornamos al cazo dando un último hervor. Aunque pueda parecer que ha quedado muy líquida no os preocupéis que se espesará al enfriar.

Para conservarla, lo mejor es utilizar frascos de cristal previamente esterilizados en agua hirviendo. Rellenamos los frascos, los tapamos y los dejamos boca abajo hasta que se enfríen. La mermelada puede conservarse durante unos meses pero os aseguro que no va a duraros tanto.

Tiempo de preparación | 45 minutos
Dificultad | Media

La mermelada de picotas es deliciosa para un montón de recetas. Podéis utilizarla para cubrir tartas y bizcochos, para desayunar con tostadas o galletas o como contraste en platos y raciones de queso. Probadla y me contáis. Ya veréis como se convierte en una de vuestras mermeladas preferidas.

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